Hoy me levanté, realicé un par de acciones ilícitas para conmigo misma de las cuales no estoy orgullosa y no planeo compartir en éste espacio pero lo bueno es que la migraña está abandonando el espacio que utilizo para elaborar mis ideas y eso me alegra un poco la existencia.
Hace ya bastante tiempo que tengo ganas de aprender a programar con Python. Basicamente desde que cierto profesor de secundaria nos mostró un día un libro con una portada íntegramente negra y con un dibujo de una serpiente verde que decía "vení, aprendé conmigo". Nunca lo hice. Hasta hoy. Obviamente descargué mil millones de PDFs de Python, tutoriales, intérpretes, etc y me dispuse. Saqué mi copia de ese libro y empecé. No entendí nada de lo que estaba haciendo, no me guiaba como debería hacerlo, como principiante que soy en la materia. Claro está que lo dropee y empecé con otro que me recomendaron en la sala de chat de la Asociación Argentina de Python (o algo así). Este sin duda es mucho mejor y las explicaciones son claras y concisas, lo cual me trae varias alegrías mientras estoy intentando teclear cosas que aún no se a que me van a llevar. Aprendí bastantes cosas, como que el operador identidad (+) no es útil sino que proporciona el mismo resultado, que el operador módulo (%) proporciona el resto de la división, o que el trabajar con números enteros ocupa menos memoria.
Recién son las 12:05 y me queda un día largo pero voy a ver si sobrevivo a el y puedo seguir expresando estas pequeñas cosas en este gran lugar.
(Parezco una nena de 12 escribiendo esto btw)